domingo, 21 de marzo de 2010

PALABRAS de Aura en la presentación de la Revista Transeúnte 19-marzo-2010

Buenas noches a todos. Para presentar esta publicación primero hay que dar las gracias, a ustedes por estar aquí esta noche, a la delegación Azcapotzalco su Dirección de Cultura y su Casa de Cultura, a todos los que han participado en la realización de esta revista: colaboradores, a los que respondieron a las convocatorias, a los miembros de la Asociación Civil Transeúnte y a los miembros del equipo editorial, que me han brindado la confianza para dirigir el proyecto y estar aquí, en esta mesa, hablando en su representación.

Transeúntes trabajando 
-“Ustedes viven como en una comuna, ¿verdad?”- nos preguntó el ayudante de Terminados Gráficos, el día que nos entregaron los mil 50 ejemplares del número 00.

     La pregunta nos pareció chusca, nos hizo reír. Ese hombre lo preguntó honestamente, porque creyó que era posible. Algo halló en nosotros que le hizo pensar tal cosa y es que, durante una semana entera, los transeúntes, a veces unos y a veces otros, anduvimos por ahí.

      Él, de los primeros en conocer la publicación, al mirarnos encontró el punto nodal de la revista, la mayor virtud en la construcción del objeto: el trabajo en colectivo.

     "Transeúnte. Nómadas huyendo en la ciudad" es una consecuencia de muchas causales: aislamiento, vida al compás del segundero, violencia, anonimato, pláticas con extraños, encuentros absurdos y otros venturosos, bromas, sueños y, sin duda, necesidad, quizá necedad, de ir contracorriente.

     Se dice que en esta ciudad uno anda con mucha prisa y que a los amigos hay que tenerlos en Facebook para poder sentirlos cerca: el colectivo se propone, para tal caso, reuniones quincenales de trabajo para convivir, para ser humanos, porque nuestro ethos es ser gregarios.

     Se asegura que las revistas impresas ya no son viables por su costo y por eso la única opción sustentable es publicar en Internet. Pues este colectivo decide que es el medio impreso el que hace contacto real, que “toca” al lector y posibilita un público más amplio, porque es poca la gente que tiene acceso a la red.

     Que la prioridad de cualquier revista debe ser llegar a la publicación, pues para nosotros no, decidimos que antes que eso, estaba asegurar la continuidad, para sí ser revista y no correr peligro de quedarnos en el primer número.

     Que se acostumbra recibir las propuestas de colaboración y el equipo editorial selecciona. Entonces los transeúntes decidimos que el contacto es primero, que hay que generar comunidad, redes, que es mejor la interacción.

     Entonces propusimos trabajar con todos los creadores, a manera de taller, para conocer y criticar nuestras propuestas y hacerlas crecer, porque es ante la visión del otro que tenemos la posibilidad de renovación.

     Pero andar contracorriente no es poca cosa, es un trabajo cansado, duro y muchas veces desesperante. El entorno se impacienta ante las formas de trabajo no tradicionales y se escuchan críticas en el andar.

     Muchas de las voces, bien o mal intencionadas, nos decían que así nunca íbamos a publicar, que no había razón ni derecho de requerir la presencia de los autores para poner la obra en tela de juicio, que lo nuestro era una perogrullada, que las cosas eran mucho más sencillas y nosotros nada más nos estábamos complicando la realización del proyecto poniéndolo en riesgo de morir.

     Ante críticas tan duras que, seamos honestos, sí nos hacían dudar, el equipo se consolidó, se hizo fuerte, casi impermeable, contrayendo la virtud de la tozudez, del esmero a favor del grupo, de la corresponsabilidad, del compromiso allende el individuo, pero también contrajimos el vicio de la necedad, la sordera ante “los extraños”, la dureza del juicio, y una torcida manera de dar la bienvenida a nuevos integrantes, a los que estúpidamente terminamos por alejar, e inclusive, entre los diferendos, nos permitimos astillar profundas amistades.

     De a poco y con mucho esfuerzo propio y de los nuevos integrantes que resistieron todo esto, logramos flexibilizar nuestras posturas y ganamos manos nuevas que dieron un “segundo aire” al número que presentamos hoy.

     Muchos han sido parte de este equipo editorial: Diana Vigil, Alfonso Camargo, Xarenii Guzmán Roque, Israel Gallegos, Daniela Tarhuni, Sofía Mateos, Aura Renata Gallegos, Eufemio Franco, Myrna Armenta, Alma Soto, Gustavo Villagrana, Rocío Montoya, Victor Damián, Bersaín, de la Universidad Nicolaíta, Raúl Galicia, Ricardo Estrada, Eduardo Mirafuentes y Carmen de la Cueva.

     Algunos sólo asistieron a un par de reuniones, otros estamos a punto de cumplir dos años de ritualmente asistir a las reuniones quincenales de trabajo, que siempre son en fin de semana.

     Prácticamente todos aquellos que han trabajado en este proyecto han dejado su huella en él, ojalá al leer la revista se reconozcan. 
     
     La idea de tener un blog fue producto de la innovación de una española que participó de tres sesiones; la revista no lleva el título de literaria porque el término causaba conflicto a una de sus más entrañables colaboradoras; el formato cuadrado llegó prácticamente antes de la impresión y también fue resultado de la intervención de un nuevo integrante.

     Han sido esos ir y venir, las ausencias y las permanencias, las que han permitido al proyecto mantenerse vigente a pesar del transcurrir del tiempo, deteniendo carreras en círculos y posibilitado la renovación.

     De la primera intención de hacer una revista, cuando éramos unos 15 jóvenes universitarios con muchas ganas de publicar, de hacer un medio de comunicación que llegara a “la gente” y difundir informaciones e ideas que los mass media banalizan u omiten, con toda la intención de “hacer algo” un poco más allá de los recintos académicos, salir de las universidades, encontrarnos con la ciudad, están por ser dos años. 
     Sí, el próximo 20 de abril, cumpliremos dos años de ser Transeúntes trabajando.

     Orgullosa y humildemente, el Colectivo Transeúnte se ha convertido en Transeúnte: Arte, Comunicación y Culturas, A.C., con el fin de asegurar sustentabilidad y ampliar nuestro margen de acción, realizar nuevas propuestas de trabajo, poder invitar y recibir nuevos integrantes a la revista y otros proyectos que apenas están germinando.

     Gracias a ustedes y a nuestra amada Ciudad de México, aquí seguimos y seguiremos, sumando manos, acrecentando sueños, dibujando escenarios,

     Nosotros, los de hoy, más los muchos de mañana, somos Transeúntes y estamos trabajando.

- - -
Aura Renata Gallegos Vargas es directora general del ejemplar #01 de la revista Transeúnte y forma parte de su consejo editorial.

Es Historiadora por la Universidad Autónoma Metropolitana, tiene experiencia en la gestión de proyectos educativos y museográficos y actualmente trabaja para el INBA y colabora con investigadores del COLMEX.


No hay comentarios: